Me miro.
Me miro y no me reconozco, hace tiempo que dejé de verme.
Me doy la vuelta en la cama pensando que sí estás.
Me encuentro abrazado a tu ausencia donde los suspiros son palabras que rompen mis tímpanos con la fuerza de cien olas embravecidas que rugen para limar las oscuras piedras de la costa.
Y aquí estoy yo.
Esperando que las milésimas de segundo que dura un suspiro me transporten al momento donde más puedo aferrarme.
El único momento que estaba contigo y estaba sin ti.
Me río.
Me río porque tú te ríes, en mí, en mi recuerdo.
Tal vez en el tuyo también queden las sonrisas que hacían cobrar sentido a la vida.
La risa mágica que me arropa en mi cama y me quita el a veces privilegio de sentirme solo.
la nostálgia a mi me da frío y a veces, pocas veces, llora, las demás veces me rio.
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